La comunicación con hijos adolescentes cuando se van de casa

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Este regreso a clases lo sentí distinto, veo a mis hijos mucho más independientes siendo cada uno el protagonista de su propia historia. Los veo llenos de curiosidad y emoción al vivir cosas nuevas, envueltos en una inocencia que me llena de ternura y pánico al mismo tiempo.

He vivido muy de cerca el dolor de varios amigos queridos al dejar a sus hijos en universidades por todo Estados Unidos. Ahora, en lugar de ver fotos de niños en uniforme con mochila y lonchera en Instagram, solo he visto fotos de papás despidiendo a sus hijos con abrazos entrañables y adolescentes emocionados de estrenar su nuevo “dorm”.

En mi caso todavía me faltan unos años para que llegue ese momento, sin embargo, ya lo siento cada vez más cerca. Me emociona el ver a mis hijos en un futuro muy cercano, listos e ilusionados de emprender esa aventura, pero también estoy consciente que el soltar y dejar volar seguramente será muy doloroso.

Este año escolar que apenas comienza ha sufrido cambios drásticos en cuanto a la comunicación que tengo con mis hijos en temas académicos y con el personal de la escuela. He aprendido que ahora ellos son responsables de crear sus horarios, aclarar situaciones con sus profesores, establecer relaciones con los directores del colegio y buscar ayuda emocional directamente con sus consejeros.

Sin embargo, me ha sido difícil encontrar ese equilibrio entre el querer seguir involucrada en temas de la escuela y cortar ese cordón con el síndrome de mamá helicóptero que tuve durante tantos años.

Les platico que hace una semana asistí a una plática por Zoom que ofreció Responsibility.org acerca de cómo apoyar a nuestros hijos adolescentes en este regreso a clases y pude aprender mucho acerca de este tema con expertos de la educación.

Los panelistas comenzaron la sesión comentando que el personal en las escuelas, tanto maestros como directores y consejeros, necesitan mucho apoyo de los padres de familia sin importar el grado escolar, por lo que me hizo reflexionar que tampoco hay que cortar el cordón por completo, sino simplemente moldear una nueva manera de comunicación, tanto con la escuela como con nuestros hijos.

En esta sesión compartieron con nosotros varias sugerencias de cómo lograrlo y hoy las comparto con ustedes, ya que estoy segura les servirán tanto como a mí:

1.- Recordemos que los padres siempre seremos el principal ejemplo a seguir para nuestros hijos y el mostrarles los beneficios de mantener buenas relaciones con el personal de la escuela es importante.

2.- Hay que preguntarles a nuestros hijos acerca de cómo interactúan con la institución y con qué tipo de relaciones cuentan actualmente.

3.- Es importante asegurarnos que nuestros hijos conozcan todas las maneras en las que pueden entablar una comunicación con el personal de la escuela, por ejemplo, cómo tener acceso al calendario digital, a los correos electrónicos de las personas clave que podrán apoyarlos con preguntas académicas y emocionales, quién es la persona asignada como consejera y cómo comunicarse con ella, etc. No asumamos que lo saben, muchas veces no es así.

Ahora, si sus hijos ya están en la universidad, es importante el continuar la comunicación con ellos ahora que viven lejos. Los especialistas recomiendan el volver a modelar la relación con ellos y esto significa el establecer cuál será la “nueva” forma de comunicación entre padres e hijos, ya que no los tendremos en nuestros coches al recogerlos de la escuela o cenando en nuestra mesa todo los días como hasta ahora.

Las recomendaciones de los panelistas con jóvenes universitarios son:

1.- Platiquemos con ellos y preguntémosles cuál prefieren que sea el medio de comunicación y a qué hora les funciona mejor. ¿Mensajes diarios? ¿Una llamada larga los domingos?

2.-Es muy importante el seguir dándole prioridad a conversaciones significativas y de valor con nuestros hijos, aunque ya no estén y ahora sea a larga distancia.

3.- Las palabras importan. Hay que tratar de hacerles más preguntas abiertas para evitar un “si” o un “no” como respuestas.

4.-También debemos entender que el tener esas conversaciones de lejos será difícil, especialmente cuando nuestros hijos tengan tiempo libre ya que querrán relajarse, ponerse sus AirPods y desconectarse del mundo un rato.

5.- Cuando sintamos que no fue buen momento para comenzar una conversación larga o significativa, les podemos decir: “Entiendo que no tengas ganas de tener esta conversación ahorita, platiquemos cuando estés listo, no olvides que aquí estoy para apoyarte y para tener estas conversaciones contigo cuando quieras”. Esta situación la podemos entender perfectamente ya que muchas veces como padres nosotros tampoco tenemos ganas de platicar de nuestras preocupaciones.

6.-Hay que tener contacto con ellos regularmente y el mostrarnos vulnerables les dará a ellos la confianza de también compartir con nosotros esos momentos de vulnerabilidad y abrir el canal de comunicación.

7.- En este link encontrarán varias ideas acerca de cómo empezar conversaciones con nuestros hijos adolescentes acerca de COVID, justicia social, el cómo evitar el consumo de alcohol y otras sustancias, entre otros temas.

Los panelistas también compartieron con nosotros varios tips acerca de cómo interactuar con las universidades y encontrar apoyo de las instituciones, sin estorbar o pasar por encima de nuestros hijos:

1.- Conozcamos quiénes son los principales contactos o personajes involucrados en la educación de nuestros hijos en la universidad.

2.- No nos dejemos intimidar por la seriedad o tamaño de la institución, acerquémonos con preguntas o preocupaciones.

3.- Es importante saber desde el principio con quién podemos hablar de los diferentes temas que nos preocupen, a veces puede ser el decano académico o a veces el consejero.

4.- Entendamos que los maestros están hambrientos de contar con retroalimentación de los padres de los alumnos.

5.- No dejemos que nuestras propias experiencias de la preparatoria o la universidad nos impida el querer saber por lo que nuestros hijos estén pasando y tengamos estas conversaciones con ellos.

6.- Seamos para nuestros hijos una red de apoyo para “cacharlos” cuando les cueste trabajo hablar o defenderse por si mismos en temas escolares. Debemos darles la posibilidad de apoyarse en nosotros para que vayan ejercitando ese músculo para hacerlo por si mismos.

7.- Muchos de los panelistas eran maestros y repitieron varias veces que nunca es demasiada la comunicación que podamos tener con ellos. Están ávidos de retroalimentación y comunicación con nosotros y nuestros hijos.

Recuerdo como si fuera ayer la cantidad de libros que leí acerca del desarrollo físico e intelectual que desarrollarían mis hijos desde el embarazo hasta los primeros años. Sigo teniendo muy presente lo consciente que estaba de cómo mi vida cambiaría al llegar a cada meta lograda.

Ahora ya no usará pañal y mi vida va a cambiar.

Ahora, va a dormir toda la noche, y mi vida va a cambiar.

Ahora, va a dejar el chupón y mi vida va a cambiar.

Ahora, va a ir a colegio todos los días y mi vida va a cambiar.

Ahora, va a manejar y mi vida va a cambiar.

Pero creo que no hay libro que te prepare para un:

Ahora, mi hijo ya no vivirá conmigo y mi vida va a cambiar.

Gracias a Responsibility.org por seguir impulsando a que como padres tengamos todas las herramientas que necesitemos para continuar esas conversaciones tan importantes con nuestros hijos, aunque ahora sean mucho más independientes.

Nunca perdamos la oportunidad de conversar con nuestros hijos, es el poder más grande que tenemos para mantener vivo ese vínculo de amor y comunicación con ellos para siempre.

I’m a #teamresponsibility ambassador and I was compensated for my post, but all opinions and photographs are my own