Yo Mariana

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Carpe Diem

Lo que más me gusta de viajar es regresar a casa con un nuevo aprendizaje que he metido a mi bolsa de herramientas de vida. Esa bolsa de herramientas la llevo siempre junto a mí, ya que me ha salvado en varios momentos importantes.

Cada viaje que he hecho, me ha dado un aprendizaje diferente; desde conocer y entender nuevas culturas y formas de pensamiento, el descubrir nuevos atributos en mis hijos, que durante nuestra rutina diaria jamás lo hubiera hecho, hasta simplemente tener paciencia en eventos multitudinarios o cuando hay que esperar varias horas en algún aeropuerto.

Sin embargo esta vez fue diferente, durante este viaje a esquiar aprendí una nueva enseñanza que pensé que ya tenía dominada, además de ser muy trillada: a disfrutar del momento. Algo aparentemente tan sencillo, pero tan difícil de recordar y ejecutar a la vez. Les platico por qué.


Con mucha ilusión llevábamos varios meses planeando un viaje a esquiar con la familia a Deer Valley, Utah. Deer Valley es en mi opinión una de las montañas más bonitas para esquiar en Estados Unidos, ya que es un resort con muchos detalles increíbles y unas pistas espectaculares, por lo que estábamos súper emocionados. Además tuvimos la gran suerte de irnos justo antes de que se desatara esta locura del Coronavirus en Estados Unidos.

El primer día fue intenso, ya que mis hijos tuvieron Ski School todo el día, y yo tomé una clase de esquiar de tres horas que me ayudó mucho a corregir mi técnica, pero me dejó exhausta.

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El segundo día, salimos todos juntos a esquiar también desde temprano y terminamos hasta que nos cerraron la montaña. Si han ido a esquiar sabrán lo físicamente extenuante que es este deporte y por eso ese día en la noche decidimos que el día siguiente sería de descanso para arrancar con más fuerzas el cuarto día.

Outfit proporcionado por nils y sun & ski sports

Sin embargo, ese día en la noche las noticias empezaron a bombardearnos con más y más información del virus COVID-19 y de todas las medidas que se estaban tomando a nivel nacional e internacional. Mis chats se saturaron con mensajes de pánico de cómo en los supermercados estaban agotados los productos de limpieza y por alguna extraña razón, el papel de baño.

Fue ahí cuando mi esposo sugirió que no nos tomáramos el día siguiente de descanso, porque lo más seguro era que cerraran la montaña de Deer Valley muy pronto y debíamos de aprovecharla.

Con mucho escepticismo de que en verdad cerraran la montaña, ya que todo el caos del coronavirus apenas comenzaba, decidimos irnos a esquiar.

A pesar de no haber sido el mejor día en cuanto a clima se refiere, fue un día maravilloso.

Descubrí que a mi hijo de diez años todavía podemos maravillarlo con aventuras tan increíbles como esquiar mientras está nevando y de lo intenso que es el subir a la cima de la montaña en un lift durante una tormenta de nieve sintiendo cómo cada copo de nieve se te entierra en ese pedacito de cachete que no tapaste bien. El bajar esquiando la montaña entre copos de nieve, sabiendo que a lo mejor sería nuestro ultimo día de esquiar, lo hizo súper especial.

Ahora que dos de mis hijos son adolescentes, en este viaje también descubrimos que ya no tenemos que estar siempre juntos como cuando eran más chicos. Descubrimos que cada uno tenemos necesidades diferentes y que podemos satisfacerlas sin que eso signifique herir los sentimientos del otro. Mientras una parte de la familia se fue a esquiar pistas con bumps, otra se fue a disfrutar de un delicioso chocolate caliente a la cafetería.

outfit proporcionado por Nils y sun & ski sports

Al terminar de esquiar nos fuimos a cenar una deliciosa y muy merecida pizza. Estando en el restaurante nos enteramos de que la montaña había decido cerrar esa misma noche indefinidamente y la noticia nos cayó a todos como un balde de agua fría. Al día siguiente fuimos a regresar nuestro equipo y el ver las pistas vacías hizo toda la circunstacia todavía más triste y real.

De un momento a otro, nuestra vacación se había terminado. Fue ahí cuando entendí cómo nadie tiene el futuro asegurado, de lo afortunados que habíamos sido de haber podido gozar tres días esquiando juntos y de lo importante que había sido el haberlo disfrutado al máximo, ya que la diversión había terminado antes de lo previsto.

Nunca sabemos con certeza cuándo una experiencia increíble va a terminar. Es imposible saber qué nos depara el futuro y regresar al pasado es una pérdida de tiempo. Es por lo que hoy, me llevo a mi bolsa de herramientas la importancia de vivir en el presente, pero de verdad y disfrutar cada segundo, ya que nunca sabemos cuándo este momento en el que estamos viviendo, cambie, termine o simplemente se transforme.

¡Carpe diem!

Una vez que todo vuela a la normalidad les recomiendo mucho visitar la tienda de Sun & Ski Sports de Westheimer. Ahí podrán encontrar la marca de ropa de esquiar NILS que es hecha por mujeres para mujeres. Además de tener diseños muy bonitos, toda la ropa es muy cómoda y deportiva.

Visiten Sun & Ski Sports online en donde encontrarán descuentos increíbles en la marca NILS y muchas más con su barata de fin de temporada.

Espero que pronto todos podamos planear nuestra próxima vacación a esquiar.

Muchas gracias Sun & Ski Sports por esta increíble colaboración

outfit proporcionado por nils y sun & ski sports

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